sábado, 7 de enero de 2012

GENOCIDIO EN GUATEMALA

OPERACION SOFIA : DOCUMENTANDO EL GENOCIDIO DE GUATEMALA


El cuerpo de dos hombres cuya desaparición fue registrada en 1984, en el famoso Diario Militar de Guatemala, han sido localizados en una antigua base militar en las afueras de la capital e identificadas por medio de la prueba de ADN, de acuerdo a la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, que anunció su descubrimiento en una conferencia de prensa esta mañana.

Los restos pertenecen a Amancio Samuel Villatoro y Sergio Saúl Linares Morales, ambos capturados por las fuerzas de seguridad en incidentes separados y que nunca volvieron a ser vistos por sus familiares. No se supo nada acerca de su destino hasta en 1999, cuando el Archivo de Seguridad Nacional reveló públicamente el Diario Militar, un libro de anotaciones militares creado a mediados de los 1980s para registrar el secuestro, detención ilegal y muerte de gente escogida, Villatoro y Linares entre ellos. Hoy, 27 años después de su desaparición y 12 años después de la publicación del diario, esa información ha sido confirmada.

“Es un evento asombroso en un caso que ha venido a simbolizar la impunidad e injusticia que persiste en Guatemala 15 años después que su sangriento conflicto armado interno finalizara,” comentó Kate Doyle, analista en jefe y directora del Proyecto Guatemala del Archivo de Seguridad. Entre los 200,000 civiles asesinados durante la guerra, hubo un estimado de 40,000 víctimas de desaparición forzada – hombres, mujeres y niños copados en las ciudades y zonas conflictivas por las fuerzas de seguridad estatales o fuerzas paramilitares, interrogadas torturadas y secretamente ejecutadas, sus cuerpos fueron arrojados en lugares remotos o enterrados en fosas comunes. Pocos de los restos de los desaparecidos han sido encontrados y solamente tres casos han sido llevados a persecución penal resultando en la condena de antiguos militares u oficiales de policía.

Cuando fuerzas de seguridad secuestraron a Villatoro y Linares en la ciudad de Guatemala en 1984, las peores de las operaciones de tierra arrasada del ejército que masacraron decenas de miles de civiles desarmados en las regiones mayas del país estaban a punto de finalizar. El régimen militar del general Oscar Humberto Mejía Víctores, quién tomó el poder en agosto de 1983 por un golpe de estado en contra del general Efraín Ríos Montt, perseguía el desmantelamiento de las redes guerrilleras a través de una campaña de represión selectiva dirigida a sospechosos de ser subversivos en la capital y otras áreas urbanas.

El diario militar es un artefacto escalofriante de las técnicas de terror político utilizado por Mejía Víctores durante la época. Detalla el secuestro de 183 personas y utiliza lenguaje codificado para registrar la ejecución de 93 de ellos. Para poder identificar y eliminar líderes insurgentes y sus supuestos colaboradores, los militares y la policía nacional utilizaron la vigilancia, escuchas telefónicas, secuestros, interrogatorios y la tortura para extraer información de los prisioneros acerca de sus compañeros, amigos y miembros de su familia. El diario fue creado precisamente para reportar y clasificar esa información para que las fuerzas de seguridad pudieran operar contra otros posibles objetivos.

Sergio Linares fue una de sus víctimas. El 23 de febrero, en 1984, mientras salía de sus oficinas en el centro de la ciudad de Guatemala, fue capturado por dos hombres armados vestidos de civil y forzado a subir a una camioneta tipo panel de color blanca. Más tarde esa noche, un grupo de hombres fuertemente armados irrumpieron en la casa donde Linares vivía con su madre, esposa y su hija de 5 años de edad. Registraron la casa llevándose varias pertenencias y documentos y golpearon a su madre de 68 años.[1] Como resultado de la incursión y la desaparición de su marido, Sandra la esposa de Linares – quién estaba embarazada de su segundo hijo – huyó de su hogar con su hija.

Al momento de su desaparición, Linares de 33 años trabajaba para el Instituto Nacional de Fomento Municipal – INFOM – y daba clases para el departamento de ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Se volvió un líder político en la secundaria y luego un militante cuando era estudiante universitario en los años 1970s. En el diario, es identificado como miembro líder del Partido Guatemalteco de los Trabajadores (PGT), El partido Comunista de Guatemala.

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